• Este doctor japonés fue pionero en la cirugía colonoscópica
  • A sus 73 años practica la medicina en Estados Unidos y Japón
  • Propone una dieta basada en las enzimas que cura y previene enfermedades
  • Muchos vegetales, poca proteína, no a la leche y sí al “agua buena”
Creció en Japón  y después de la segunda guerra mundial, tras graduarse, se marchó al hospital Beth Israel de Nueva York para cursar un programa de residencia quirúrgica. Como cuenta el cirujano japonés Hiromi Shinya en La enzima prodigiosa, ni a su mujer ni a su pequeña hija les sentó bien el cambio de país. Por ello, ha dedicado toda su vida a comprender el cuerpo humano.
Su mujer murió, según reconoció el propio Shinya:  “Antes de que (yo) supiera lo suficiente para ayudarla”. Con los dos hijos que le dejó, la niña y un niño que nació después, las cosas fueron mejor. El niño sufría una inflamación de colon y la niña, una dermatitis atópica que Shinya nunca había visto en su país. Ambas enfermedades desaparecieron cuando el padre hizo desaparecer la leche de vaca de sus comidas.
“Comencé a entender lo vital que es la dieta para nuestra salud. Esto sucedió hace más de 50 años, y desde entonces he examinado el estómago y colon, al igual que las historias alimenticias de más de 300.000 pacientes”, cuenta Shinya en el prefacio del libro, publicado por primera vez en japonés en 2005.
También constata cómo en Estados Unidos han descendido desde 1990 las muertes por cáncer. La razón es para él la mejora  de los hábitos alimenticios a partir del informeMcGovern de 1977. Y al contrario, la salud de los japoneses ha empeorado desde que en el siglo XX se importaron costumbres occidentales como beber leche de vaca.
De esas experiencias y de los diálogos mantenidos con sus pacientes, ha extraído unas conclusiones que presenta de forma muy clara y sencilla en La enzima prodigiosa. La obra, convertida en un bestseller ha vendido ya más de dos millones de ejemplares en todo el mundo, y ha sido recomendada fervientemente por íconos de la comunicación, también aquí en España, donde Aguilar ha publicado el libro en español.

La enzima, fuente de la vida

“Contamos con más 5.000 enzimas en el cuerpo humano que desencadenan tal vez, 25.000 reacciones diferentes”, explica el doctor Shinya en las primeras páginas de su tratado. Y añade que cada acción de nuestro cuerpo está controlada por enzimas, aunque se sepa, a día de hoy, poco de ellas.
“Pienso”, sostiene, “que creamos todas estas enzimas a partir de una enzima madre o basal, la cual es más o menos limitada en nuestro cuerpo. Si agotamos esas enzimas madre “no serán suficientes para reparar las células, por lo cual, con el tiempo, se desarrollarán enfermedades como el cáncer y otros padecimientos degenerativos”, concluye.
Esta que hemos descrito sería básicamente la teoría de la enzima prodigiosa que ha desarrollado este doctor que atiende a los miembros de la familia real  y altos funcionarios de Japón.

La dieta prodigiosa

La dieta o estilo de vida que aconseja Shinya debe estar basada en alimentos que contengan muchas enzimas (alimentos buenos). Los mejores alimentos son los que “crecen en una tierra fértil, rica en minerales, sin uso de agroquímicos y fertilizantes” , y que se comen “inmediatamente después de ser cosechados”.
“Cuantos más frescas sean las verduras, frutas, carnes y pescados más enzimas tendrán”. Y en cuanto al cocinado, Shinya no lo prohíbe pero sí recomienda no utilizar altas temperaturas que fulminarían las enzimas.
Otro ingrediente básico en una dieta sana, sería según este libro, la llamada “agua buena” que evidentemente no es la del grifo, sino la mineral o la tratada. El médico japonés confiesa que él bebe tres vasos al despertarse, otros tres vasos una hora antes de las comidas y dos una hora antes de irse a la cama.
Prohíbe absolutamente la leche y más aún la margarina (“tírala, si la tienes en la nevera”) por razones un tanto complejas que explica en el libro. En cuanto a lo que sí podemos comer, debe distribuirse del siguiente modo:
- Del 85 al 90% de alimentos vegetales.
- Del 10 al 15% de proteínas animales (mejor pescado que carne y mejor pescados pequeños porque los grandes contienen mercurio).
Y por último, pero no menos importante, masticar cada bocado de 30 a 70 veces. Ayuda a la absorción eficiente de la comida, nos sacia antes, y en definitiva, evita comer en exceso.
Extraído de:
http://www.rtve.es/noticias/20130506/enzima-prodigiosa-hiromi-shinya-propone-cambio-radical-nuestra-alimentacion/653101.shtml

Otro artículo sobre “La enzima prodigiosa”

Secretos de oro del Doctor Shinya para tener una vida larga y saludable (La enzima prodigiosa)


Por La Cocina Alternativa.com
 ”La enzima prodigiosa” es uno de los libros sobre salud y alimentación más aclamados – y criticados desde la visión oficial- de los últimos años porque el autor, además de un reconocido médico en EEUU, defiende que el cuerpo está diseñado para curarse a sí mismo siempre y cuando siga ciertas pautas y consejos dietéticos para mantener limpio su sistema gastrointestinal, empodera totalmente a la persona/al paciente y le invita a responsabilizarse de su salud mediante los consejos que detallamos abajo.
“Dediqué toda mi vida a entender el cuerpo humano, su salud y enfermedad. Me concentré en primera instancia en la enfermedad -qué la generaba y cómo curarla-, pero conforme entendía más la manera en que el cuerpo trabaja como un sistema complejo, cambié la forma de tratar las enfermedades. Me di cuenta de que los médicos y nuestros pacientes deberíamos dedicar más tiempo a entender la salud que a combatir las enfermedades. Nacimos con derecho a salud. ESTAR SANO ES NATURAL”
El Doctor Hiromi Shinya (jefe de la Unidad de Endoscopia Quirúrgica del Centro Médico Beth Israel en Nueva York y profesor de Cirujía Clínica del Colegio de Medicina Albert Einsten) en más de 50 años de experiencia laboral ha examinado el estómago y colón de más de 300.000 pacientes, pero los sucesos claves para sus teorías fueron la muerte de su esposa de lupus y las enfermedades de sus hijas por alergia tardíamente detectada a la leche de vaca. De ahí su rechazo frontal a este producto y el espacio que le dedica en el libro a detallar sus perjucios en el organismo.
 Los secretos de oro del Doctor Shinya para tener una vida larga y saludable. Los podemos comparar con otros de los que ya hemos hablado como alimentación anticáncer, las 64 reglas de Michael Pollan, los hábitos de las abuelas, consejos de depuración integral o por qué las francesas no engordan, y nos daremos cuenta que coinciden en numerosos puntos.
Cada uno debe discernir lo que considera más adecuado a su situación y, sobre todo, aplicar eso de “más práctica y menos teoría”…
I. UNA BUENA DIETA
1. Del 85 al 90 por ciento de alimentos vegetales.
2. Del 10 al 15 por ciento de proteínas animales (no más de 80 a 100 gramos al día)
a) Pescado de cualquier tipo, pero mejor pequeños, ya que los grandes contienen mercurio.
b) Aves: pollo, pavo y pato sólo en pequeñas cantidades.
c) Buey, cordero, ternera y cerdo deben ser limitados o evitados.
d) Huevos.
e) Leches, no de origen animal.
ALIMENTOS QUE AÑADIR A TU DIETA
1. Tés herbales.
2. Pastillas de algas (kelp).
3. Levadura de cerveza (buena fuente de complejo vitamínico B, vitaminas y minerales).
4. Polen de abeja y propóleos.
5. Suplementos enzimáticos.
6. Suplementos multivitamínicos y minerales.
ALIMENTOS Y SUSTANCIAS QUE EVITAR O LIMITAR EN TU DIETA
1. Productos lácteos, como la leche de vaca, el queso, el yogur y otros alimentos lácteos.
2. Té verde japonés, té chino, té inglés (limitarlo a una o dos tazas al día).
3. Café.
4. Dulces y azúcar.
5. Nicotina.
6. Alcohol.
7. Chocolate.
8. Grasas y aceites.
9. Sal de mesa (usa sal con trazas minerales).
RECOMENDACIONES ALIMENTICIAS ADICIONALES
1. Dejar de comer y beber de cuatro a cinco horas antes de ir a la cama.
2. Masticar cada bocado entre 30 y 50 veces.
3. No comer entre horas excepto fruta (una pieza entera de fruta se puede comer una hora antes de acostarse si el hambre te mantiene despierto, ya que se digiere rápidamente).
4. Come frutas o bebe zumos 30 a 60 minutos antes de la comida.
5. Come semillas y cereales integrales sin refinar.
6. Come más alimentos crudos o ligeramente al vapor. Calentar la comida a más de 48 °C matará las enzimas.
7. No comas alimentos oxidados (la fruta que se ha puesto marrón ha comenzado a oxidarse).
8. Come alimentos fermentados.
9. Sé disciplinado con la comida que tomes. Acuérdate que eres lo que comes.
II. BUENA AGUA
El agua es esencial para la salud. Bebe agua con un fuerte poder reductor que no se ha contaminado con sustancias químicas. Beber «agua buena», como agua mineral o agua dura, que tiene mucho calcio y magnesio, mantiene a tu cuerpo con un pH alcalino óptimo.
  • Los adultos deben beber al menos de seis a diez vasos de agua al día
  • Bebe de uno a tres vasos de agua al despertarte por la mañana
  • Bebe de dos a tres vasos de agua una hora antes de cada comida.
III. ELIMIMACiÓN REGULAR
  • Comienza un hábito diario para eliminar los contaminantes intestinales y limpiar tu sistema regularmente.
  • No tomes laxantes.
  • Si el intestino está congestionado o para desintoxicar el hígado, considera utilizar un enema de café. El enema de café es mejor para la desintoxicación del colon y de todo el cuerpo porque no libera radicales libres al flujo sanguíneo como otros métodos alimenticios de desintoxicación.
IV. HAZ EJERCICIO MODERADO
  • El ejercicio apropiado para tu edad y condición física es necesario para la buena salud, pero el ejercicio excesivo puede liberar radicales libres y dañar tu cuerpo.
  • Algunas buenas formas de ejercicio son caminar (cuatro kilómetros), nadar, jugar al tenis, montar en bicicleta, jugar al golf, hacer ejercicios de estiramiento, practicar yoga, artes marciales y aeróbic.
V. DESCANSA ADECUADAMENTE
  • Vete a la cama a la misma hora todas las noches y duerme de seis a ocho horas ininterrumpidas.
  • No comas o bebas cuatro o cinco horas antes de acostarte. Si tienes hambre o sed, puedes comer una pequeña pieza de fruta una hora antes de acostarte, ya que se digerirá fácilmente.
VI. RESPIRACIÓN Y MEDITACIÓN
  • Practica la meditación
  • Practica el pensamiento positivo.
  • Haz respiraciones abdominales profundas cuatro o cinco veces por hora. La exhalación debe ser el doble de larga que la inhalación. Esto es muy importante, ya que las respiraciones profundas ayudan al cuerpo a eliminar toxinas y radicales libres.
  • Usa ropa holgada que no te restrinja la respiración.
  • Escucha a tu cuerpo y sé bueno contigo mismo.
VII. ALEGRÍA Y AMOR
  • La alegría y el amor aumentarán el factor enzimático de tu cuerpo, en ocasiones de forma maravillosa.
  • Dedica todos los días un tiempo a mostrar una actitud agradecida.
  • Ríe.
  • Canta
  • Baila
  • Vive apasionadamente y comprométete con tu vida, con tu trabajo y con tus seres queridos: hazlo con todo tu corazón.