lunes, 29 de febrero de 2016

Cerebro de pan (primera parte) por el Dr.David Perlmutter


La devastadora verdad sobre los efectos del trigo, el azúcar y los carbohidratos en el cerebro. por el Dr. David Perlmutter.( neurólogo y miembro de la American College of Nutrition. Recibió su título de médico en la Universidad de Miami, Escuela de Medicina, donde fue galardonado con el Premio de Investigación Leonard G. Rowntree a la mejor investigación de un estudiante de medicina.)
Cerebro de pan, proporciona a la gente información sólida, basada en evidencias evolutivas, científicas y fisiológicas modernas. 
Tu cerebro… Pesa kilo y medio, y tiene cientos de miles de vasos sanguíneos. El número de conexiones que alberga supera a la cantidad de estrellas en la Vía Láctea. Es el órgano más grasoso de tu cuerpo. Podría estar sufriendo en este instante sin que te des cuenta.

En contra del trigo 

Mantener el orden en lugar de corregir el desorden es el principio máximo de la sabiduría. Curar la enfermedad después de que ha aparecido es como cavar un pozo cuando uno tiene sed, o forjar armas después de que la guerra ha comenzado. NEI JING, siglo II d. C

Como una casa vieja en ruinas, los materiales se deterioran y se oxidan, las tuberías y el sistema eléctrico fallan, y los muros comienzan a agrietarse a partir de fisuras insignificantes que no son evidentes a la vista. Conforme la casa se va deteriorando por el uso normal, lo común es que le des el mantenimiento que se requiera cuando sea necesario. Sin embargo, nunca volverá a estar como nueva, a menos que derrumbes su estructura y la construyas de nuevo. Cada intento de parchar y arreglar le dará más tiempo de vida, pero a la larga las áreas que necesitan una remodelación o un remplazo urgente aparecen por doquier. Además, como ocurre con todas las cosas de la vida, el cuerpo humano simplemente se desgasta. Una enfermedad debilitante se instala y poco a poco progresa de forma atroz hasta que el cuerpo termina por dar de sí. 
Esto sucede sobre todo en el caso de las enfermedades cerebrales, incluida la más temida de todas: el Alzheimer. El famoso “alemán” es el fantasma médico moderno que con más frecuencia aparece en los encabezados de los periódicos. Si hay una preocupación sanitaria que parece eclipsar a todas las demás conforme envejecemos es la de caer presas del Alzheimer o de alguna otra forma de demencia que nos vuelva incapaces de pensar, razonar y recordar.



Hay una gran cantidad de mitos perdurables sobre la serie de trastornos cerebrales degenerativos entre los que se encuentra el Alzheimer: es genético, es inevitable cuando envejeces y es casi un hecho que lo padecerás si vives más de 80 años. ¡No tan rápido! Estoy aquí para decirte que el destino de tu cerebro no está en manos de tus genes y que no es inevitable. Además, si eres el tipo de persona que sufre otro tipo de trastorno cerebral, como cefalea, depresión, epilepsia o ansiedad, es posible que el culpable no esté programado en tu ADN. Está en la comida que consumes. 
Sí, leíste bien: la disfunción cerebral comienza con el pan de cada día y te lo voy a demostrar. Lo repetiré porque sé que suena absurdo: los cereales modernos están destruyendo silenciosamente tu cerebro. Cuando digo “modernos” no me refiero sólo a las harinas refinadas, a las pastas y al arroz, que portan ya el estigma que les imponen los enemigos de la obesidad. Me refiero también a todos los cereales que muchos hemos llegado a considerar saludables: el trigo entero, el cereal entero, el multigrano, los siete granos, el grano vivo, el grano molido con piedra, entre otros. En pocas palabras, estoy afirmando que lo que se conoce como uno de los grupos alimenticios esenciales más queridos en realidad es una agrupación terrorista que ataca nuestro órgano más preciado: el cerebro. Te demostraré cómo la fruta y otros carbohidratos pueden representar amenazas a la salud con consecuencias a largo plazo que no sólo sembrarán el caos en tu cerebro, sino que también acelerarán el proceso de envejecimiento de tu cuerpo de adentro hacia fuera. No es ciencia ficción; es un hecho documentado.
Cuando se trata de conservar la salud de nuestro cerebro y facultades mentales, tendemos a pensar que no depende de nosotros, que de algún modo es nuestro destino desarrollar trastornos cerebrales durante la flor de la vida y volvernos seniles en nuestra vejez, o que escaparemos de ellos por pura suerte genética o gracias a los nuevos descubrimientos médicos.
Sin duda, es probable que hagamos bien al mantener la mente ocupada después de jubilarnos, resolver acertijos, ejercer la lectura y visitar museos. No es como si no hubiera una correlación muy evidente entre las disfunciones mentales y ciertas elecciones de vida específicas, como la hay —digamos— entre fumar dos cajetillas diarias y desarrollar cáncer de pulmón, o devorar papas fritas y volverse obeso. Como ya dije, tenemos la costumbre de colocar los padecimientos cerebrales en una categoría separada de las otras afecciones que sí asociamos con los malos hábitos. 
Para cambiar esta percepción, te mostraré la relación que existe entre cómo vives y el riesgo que tienes de desarrollar una serie de problemas cerebrales, algunos de los cuales podrían afectarte en la infancia y otros que podrían serte diagnosticados hacia el final de tu vida. Creo que los cambios alimenticios que han ocurrido en el último siglo —de una dieta alta en grasa y baja en carbohidratos a una baja en grasas y alta en carbohidratos, que sobre todo consiste en cereales y otros carbohidratos dañinos— son el origen de muchas calamidades modernas ligadas al cerebro, incluidos la cefalea, el insomnio, la ansiedad, la depresión, la epilepsia, los trastornos motores, la esquizofrenia, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y esos momentos de senilidad que muy probablemente anteceden un declive cognitivo grave y una enfermedad cerebral progresiva, irreversible, intratable e incurable. Te revelaré cuál es el vasto efecto que en este instante podrían estar provocando los cereales y los azúcares en tu cerebro sin que siquiera lo notes.
La idea de que nuestro cerebro es propenso a lo que comemos ha estado circulando de forma discreta en la literatura médica más prestigiosa de los últimos tiempos. Esta información pide a gritos ser divulgada al público, el cual cada vez padece más el engaño de una industria que vende alimentos que suelen considerarse “nutritivos”. También nos ha llevado a médicos y a científicos como yo a cuestionar lo que consideramos “saludable”. ¿Es posible culpar a los carbohidratos y a las grasas poliinsaturadas de origen vegetal —como los aceites de canola, de maíz, de semilla de algodón, de cacahuate, de cártamo, de soya y de girasol— de las tasas ascendentes de cardiopatías, obesidad y demencia? ¿En realidad una dieta alta en grasas saturadas y en colesterol es buena para el corazón y el cerebro? ¿Es posible cambiar nuestro ADN a través de la comida a pesar de los genes que heredamos? Es bien sabido hoy día que el sistema digestivo de un porcentaje pequeño de la población es intolerante al gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno, pero, ¿es posible que el cerebro de casi toda la gente también reaccione de manera negativa a este ingrediente? 

 Como neurólogo practicante que día con día atiende a individuos que buscan respuestas a sus padecimientos cerebrales debilitantes, así como a familias que luchan por lidiar con la pérdida de las facultades mentales de un ser querido, me siento obligado a llegar hasta el fondo del asunto. Quizá lo hago porque no sólo soy neurólogo acreditado y miembro del Colegio Estadounidense de Nutrición —de hecho, soy el único médico en Estados Unidos que cuenta con ambas acreditaciones —, sino también miembro fundador y socio del Consejo Estadounidense de Medicina Holística e Integral. Esto me permite tener una perspectiva única sobre la relación que existe entre lo que comemos y el funcionamiento de nuestro cerebro. No es algo que la mayoría de la gente comprenda a cabalidad, ni siquiera los médicos que se formaron antes de que se consolidara esta nueva ciencia. Sin embargo, es hora de prestar atención. Es hora de que alguien como yo se levante de la mesa del microscopio, salga por la puerta de la sala de análisis clínicos y haga la denuncia. ¡Las estadísticas son aplastantes!

"Sin Trigo... Gracias.. " Entrevista al Cardiólogo Dr. William Davis

 ¿Sabías que comiendo dos rebanadas de cualquier tipo de pan de trigo puedes incrementar tu nivel de glucosa en sangre más que con dos cucharadas soperas de azúcar puro? Sin trigo, gracias es una mirada provocadora y distinta de cómo, eliminando de nuestra dieta el trigo —a menudo considerado saludable por ser un cereal— de nuestra dieta, podemos perder peso y prevenir una amplia gama de problemas de salud. Basándose en décadas de estudios clínicos con extraordinarios resultados, el cardiólogo William Davis observó que cientos de pacientes a los que había recetado regímenes sin trigo mejoraban notablemente su salud y decidió escribir un libro que revelara los efectos dañinos de este ingrediente tan común en nuestra dieta...

A continuación parte de una entrevista al Dr. sobre su libro... 

“Wheat Belly” (Barriga “triguera”)

Barriga “triguera”, entrevista con el Dr. William Davis, parte 1

Publicado el 21/04/2013 en blogdisidente




En Blogdisidente hoy damos un pequeño giro para tratar un tema relacionado con la salud y la alimentación, y que también está relacionado con las prácticas de la agricultura moderna y sus posibles consecuencias. ¿Os habéis preguntado por qué hay cada vez más gente con alergia o intolerancia al gluten? La respuesta podría estar en la intensa hibridación que ha sufrido el trigo en las últimas décadas. En esta entrada podéis encontrar la traducción de la primera parte de una entrevista realizada por Carol Grieve de Food Integrity Now al doctor William Davis, autor del libro Wheat Belly [Barriga “triguera”].
La entrevista, incluida aquí con permiso de Food Integrity Now, tuvo lugar el 13 de Febrero de 2013. En ella este cardíólogo con más de dos décadas de experiencia clínica nos relata qué enfermedades pueden estar relacionadas con el consumo de gluten, entre ellas las enfermedades cardiovasculares. También describe qué cambios ha observado en sus pacientes de alto riesgo cardiovascular al eliminar el trigo de la dieta.
Carol Grieve: Hola y bienvenidos a Food Integrity Now [Alimentación Íntegra Ya], soy Carol Grieve, vuestra anfitriona. En Food Integrity Now imaginamos un mundo sin OGMs [Organismos  Genéticamente Modificados]. Un mundo sano donde la comida de nuestros hijos y nietos no sea perjudicial para la salud. Mi invitado de hoy es el Dr. William Davis
El Dr. Davis es un cardiólogo preventivo cuya singular aproximación a la dieta le permite abogar por la recuperación, no sólo la prevención, de las enfermedades cardiovasculares. Es el autor del best seller del New York Times, Wheat Belly [N. Del T. El libro del Dr. Davis no se ha traducido aún al español, una posible traducción sería “Barriga Triguera”], y tiene una consulta de cardiología en Milwakee, Wisconsin. Dr. Davis, bienvenido al programa.

Dr. William Davis: Gracias Carol, me alegro de estar aquí.

Carol Grieve: Estoy emocionada por hablar contigo, después de leer tu libro, que contiene tanta información interesante. Así que empecemos con qué es una barriga “triguera” y por qué elegiste ese nombre para el libro.

Dr. William Davis: Pues Carol, la barriga triguera es mi manera de expresar los problemas introducidos en el trigo moderno por los genetistas, la investigación genética, y la industria agraria, con el objeto de aumentar la producción por hectárea. Esto también introdujo involuntariamente muchas otras propiedades de las que la mayoría de la gente no tiene ni idea, y que no se detectan o reconocen hasta que lo eliminas de la dieta. Esta es mi manera de decirlo. Lo llamo barriga triguera porque la señal externa, característica, es el crecimiento de la grasa visceral, que es grasa que se encuentra en el interior de la barriga, que empuja la tripa hacia afuera. Puede que la conozcas como barriga cervecera, pero hay mucha gente que no bebe cerveza, al menos en cantidades suficientes para tener barriga cervecera, y aún así tienen barriga triguera. Lo puedes ver en niños pequeños, en gente mayor, en gente de mediana edad, en mujeres, en hombres, lo puedes ver en cualquiera hoy en día, debido a los cambios introducidos en el trigo moderno, agravados por supuesto por los consejos del departamento de agricultura americano (USDA), que ha permitido que los cereales, o como ellos dicen, los “sanos cereales integrales”, dominen la dieta. Pretenden que  un 60% de nuestras calorías procedan de cereales, trigo en su mayor parte.

Carol Grieve: ¿Cómo evolucionó el trigo a lo largo del tiempo? ¿Y cuándo fue introducido por primera vez en la dieta humana?

Dr. William Davis: El primer consumo de trigo data de aproximadamente unos 10000 años atrás en Mesopotamia cuando los humanos, que eran principalmente carroñeros, cazadores y recolectores, se fijaron en esta prolífica gramínea. Esto ocurrió varios miles de años después de que los últimos glaciares se retiraran hacia el norte en Europa, tras lo cual vino un período árido y una proliferación de cereales en oriente medio. Nuestros ancestros cazadores-recolectores vieron estos cereales y se preguntaron si se podrían comer. Así que idearon una manera de consumirlos, e incorporaron estos cereales silvestres en su dieta. Ese cereal era el trigo einkorn, que es una planta de 14 cromosomas que es el abuelo de todo el trigo moderno. Ahora bien, el trigo moderno es algo muy diferente. En primer lugar no tiene 14 cromosomas, sino 42. Así que es completamente diferente, contiene secuencias genéticas añadidas de muchas especies de gramíneas salvajes. Pero aún más importante, las características internas y bioquímicas han sido modificadas con toda la manipulación llevada a cabo por la industria agrícola y la investigación genética.

Carol Grieve: Eso es increíble. Dices que el 20% de las calorías que consume la humanidad provienen del trigo. ¿Ha sido siempre así?

Dr. William Davis: Ha cambiado muchas veces a lo largo de los años. Era muy diferente por ejemplo en la Edad Media y en el siglo XIX. Ahora mismo es una proporción muy grande, y va a aumentar aún más, a no ser por supuesto que nos salgamos con la nuestra. Pero ahora mismo el 20% de las calorías consumidas por los seres humanos provienen del trigo, y el 50% provienen de una combinación de trigo, maíz y soja. Y por cierto, estas son las calorías controladas por la industria agrícola. Es muy difícil controlar el consumo de carne de vaca, o cerdo, o pescado, o manzanas, o pimientos verdes. Pero es mucho más fácil controlar el consumo, es más fácil legislar nuestro comportamiento, si las calorías provienen de cultivos de alta producción, cortesía de la industria agrícola. Ésa es la cuestión, que en gran medida esto se debe a las acciones de la industria agraria. El trigo domina en gran medida la dieta, no solo en Estados Unidos, o en norte América, sino en todo el mundo.

Carol Grieve: Quiero que hablemos más de la industria agrícola, pero hablemos primero del trigo y las enfermedades que consideras que se pueden atribuir a su consumo. Sé que es un tema muy amplio.

Dr. William Davis: Carol, eso abarca de los pies a la cabeza. No se si habrá algún órgano en el cuerpo que no se vea afectado de forma adversa por el consumo de trigo. La piel es un ejemplo. La lista de enfermedades de la piel que se asocian con el consumo de trigo es muy larga. Esta lista, solo de problemas de piel, ocupa literalmente 4 páginas. Incluye cosas como el acné, la seborrea y la psoriasis. 


Afecta al cerebro, provoca migrañas, deficiencias neurológicas, ataxia cerebelosa y neuropatía periférica, y provoca demencia. La clínica Mayo ha publicado sus estudios en una serie de pacientes que fallecieron de demencia, y en la autopsia, que en mi opinión no es la mejor manera de hacer un diagnóstico, encontraron anticuerpos a la proteína del trigo en el tejido cerebral de los fallecidos.
 También hay problemas de las articulaciones, es muy común tener dolores articulares en las muñecas y los dedos de las manos. Es muy común sufrir un empeoramiento en enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y el lupus, y otras 73 enfermedades autoinmunes que empeoran con el consumo de trigo.

 El trigo contiene algo llamado amilopectina A que sube el azúcar en sangre por las nubes, provoca diabetes y prediabetes. Causa cataratas, hipertensión, depresión. Solo los efectos mentales constituyen ya un gran debate, y más allá de las deficiencias neurológicas, también produce depresión, desencadena estados maniáticos, enfermedad bipolar, provoca paranoia, ansiedad y alucinaciones auditivas, que es cuando los enfermos de esquizofrenia oyen voces. 

En niños con TDAH [Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad] y trastornos del espectro autista el consumo de trigo provoca estallidos en el comportamiento, y dificultades para mantener la concentración y con el aprendizaje. En personas con una predisposición hacia la bulimia, el trigo produce obsesiones con la comida, donde estas personas no pueden evitar darse un atracón una vez que empiezan a comer y no pueden parar de pensar en comida, obsesionándose con ella 24 horas al día. Y esto puede ser desencadenado por el consumo de trigo. Podría seguir, pero la cuestión es que el consumo de trigo moderno puede afectar a todos los órganos en menor o mayor medida.

Carol Grieve: Eso es absolutamente increíble. Hablemos de una de las enfermedades más extendidas, las enfermedades del corazón.

Dr. William Davis: El camino que lleva a las enfermedades cardiovasculares es un camino indirecto. Por supuesto esta es mi especialidad, y una de las razones por las que acabé metido en esto.

Carol Grieve: Sí, explica eso un poco más, cómo te metiste en esto.

Dr. William Davis: Mi experiencia era en el campo de los procedimientos coronarios. Es decir, cuando era más joven, hace 15 ó 20 años, lo único que quería hacer eran angioplastias láser, angioplastias con balón, aterectomías, y colocar cánulas.
 Empecé a reconocer que el modo en el que nos aproximamos a esta enfermedad es un disparate. Así que dirigí mi atención a realizar la siguiente pregunta: ¿qué podemos hacer para identificar la causa de las enfermedades coronarias?, y dejar de hacerlo, y puede que incluso llegar a invertir la progresión de las enfermedades cardiovasculares.

 Pues bien, una de las cosas que uno empieza a reconocer rápidamente, y muchos de los oyentes habrán oído hablar de esto, es que se debe controlar la diabetes y la prediabetes. En otras palabras, si quieres tener control sobre tu salud, no puedes ser diabético ni prediabético. Por eso intenté encontrar el modo de ayudar a mis pacientes a controlar estos trastornos sin utilizar medicamentos, si era posible. Así que utilicé un razonamiento casi dolorosamente simple, que es que si miras en cualquier tabla de índice glucémico, o en un libro de nutrición, verás que el pan de trigo integral tiene uno de los índices glucémicos más altos, que es la capacidad para subir el azúcar en la sangre. 

Dos rebanadas de pan de trigo integral suben el azúcar en sangre más que 16 cucharaditas de azúcar. O sea, que tienen un mayor índice glucémico. Utilizando este simple hecho, pedí a los pacientes que eliminaran el trigo de su dieta para reducir el azúcar en sangre, y efectivamente el azúcar en sangre disminuyó a lo largo de varios meses, así como otras medidas relacionadas con el azúcar en sangre como la hemoglobina A1c. Pero también empezaron a contarme una serie de historias, tales como mejorías en artritis reumatoide, en asma, en depresión, pérdidas de peso de 20 kilos en 3 meses, disminuciones de 7 a 10 cm en el contorno de la cintura, alivio de irritaciones en la piel. 

También mostraban una reducción dramática en las partículas LDL de pequeño tamaño.
 Las partículas LDL de pequeño tamaño son con mucha diferencia la causa más común de enfermedades coronarias y ataques al corazón en Estados Unidos. A menudo no se mide su nivel porque mis colegas suelen usar los análisis de colesterol o paneles de lípidos, donde miden el colesterol total, los triglicéridos y el HDL y después calculan, no miden, sino calculan, el colesterol LDL. Y por cierto, cuando te recomiendan que tomes una medicación de tipo estatina para reducir el colesterol, están basando su recomendación en este valor calculado, lo que yo llamo el LDL ficticio, porque ni siquiera ha sido medido, sino que se ha calculado a partir de una ecuación de dudosa validez. Yo no hago eso, yo utilizo algo diferente que se llama el análisis avanzado de lipoproteínas, que es un test superior, más sofisticado, que está por encima del análisis de colesterol.
Una de las cosas que observamos es que el 99.9% de las personas con enfermedades coronarias tienen un exceso de partículas LDL de pequeño tamaño. Con la eliminación del trigo observamos el nivel de estas partículas caer por los suelos. Por ejemplo no sería raro ver una caída desde por ejemplo 1800 nmol/litro, una medida típica de partículas LDL pequeñas, a un nivel de cero. Así que no estamos hablando de caídas de un 10%, estamos hablando de transformaciones dramáticas en estos patrones. Con la eliminación del trigo vinieron otras estrategias como la suplementación con vitamina D y con aceite de pescado, etc. Y no he visto un ataque al corazón en años. Carol, de venir de un entorno en el que tenía que lidiar con ataques al corazón cada semana, 2 ó 3 ataques al corazón por semana, ahora no he visto uno en años. Y esto en una gran población de personas que han sido sometidas a operaciones de bypass, sobrevivido paros cardíacos, o tienen tres cánulas, o sencillamente padecen algún grado de enfermedad cardiovascular. Estas personas están a lo suyo, se sienten bien, con niveles de partículas LDL de pequeño tamaño bajos o nulos, y ahorrándose a sí mismos la necesidad de más intervenciones quirúrgicas. Así que el consumo de trigo conduce a las enfermedades del corazón por medio del exceso de partículas LDL de pequeño tamaño.

Carol Grieve: Vaya, eso es fascinante. Cuando tenía treinta y pico años me miraron el colesterol y creo que el valor total era de 280. ¿Era el HDL el que era bueno tener alto? Pues como tenía el HDL bastante alto, el médico dijo que estaba en el límite de necesitar tomar lipitor. Y siempre me he preguntado por esos valores porque hago ejercicio 5 días a la semana, estoy delgada y como muy sano, así que no creí que tuviera que preocuparme y no hice nada al respecto. De hecho no me lo he vuelto a mirar desde entonces. Así que esta información sobre el LDL es muy interesante, y otra cosa que creo que es interesante es que siempre me he preguntado por esas proporciones que te indican cuándo los distintos niveles son seguros. Y me pregunto si esos niveles se han bajado a propósito para vender más medicinas de tipo estatina. ¿Qué opinas al respecto?

Dr. William Davis: Bueno, están utilizando mala información, es decir los cuatro valores antes mencionados provenientes de un panel de colesterol, de los cuales solo tres son medidos y uno es calculado, y están intentando extraer información fiable a partir de esa mala información. Lo que ocurre es que no puedes extrapolar nada a partir de esos cálculos, no puedes extrapolar información fiable de modo estadístico, ésa es la gran dificultad aquí. No puedes utilizar esos valores obtenidos a partir de un gran estudio o gran población. Sería como decir que no conduzcas más rápido que 120 km/hora en la autopista porque la gente que lo hace tiene, y esto me lo estoy inventando, un riesgo tres veces mayor de tener un accidente fatal. Eso tendría sentido, ¿no? Digamos que estás conduciendo a 124 km/hora. ¿Vas a morir ese día? Probablemente no. Y si conduces a 119 km/hora, ¿estás libre de todo peligro? Por supuesto que no. Ese tipo de observaciones estadísticas en grandes poblaciones se desmoronan por completo cuando se intentan aplicar a predecir el destino de un individuo específico. Eso es lo que están intentando hacer, destilar un valor predictivo sobre tu salud a partir de estos números tan desastrosos, lo cual es una tarea imposible. No se puede hacer.

Carol Grieve: Entonces opinas que uno de los factores que contribuyen son las partículas LDL de pequeño tamaño. ¿Cuál sería algún otro gran contribuyente de las enfermedades del corazón?

Dr. William Davis: La hiperglucemia, es decir, niveles elevados de azúcar en sangre. Hay una larga lista de razones por las cuales esto es así; el azúcar en sangre alto es una anormalidad infravalorada. Por supuesto provoca diabetes y prediabetes, pero también provoca cataratas, ceguera, hipertensión, cáncer, demencia, así como enfermedades del corazón. Por eso no te interesa tener un nivel de azúcar en sangre alto. Vivimos una situación extraña en la que gran parte de la comunidad de atención primaria considera tener el azúcar en sangre elevado como algo aceptable ya que de este modo no necesitas todavía medicación para la diabetes. Pues bien, mi definición de buena salud no es no necesitar medicación. Estar sano significa estar libre de todos los efectos adversos para la salud en cualquier medida. Por eso nos conviene tener niveles de azúcar en sangre normales todo el tiempo, y mi definición de nivel de azúcar en sangre normal es no tener nunca un nivel por encima de 170, como a menudo ocurre después de tomar dos rebanadas de pan de trigo integral, o por cierto un tazón de copos de avena, sin azúcar añadido. No nos conviene consumir alimentos que suban por las nubes los niveles de azúcar en sangre.
 Éste es el gran problema en el mundo moderno, tenemos mucha gente que piensa que por ejemplo la quinoa es buena, pero sube el nivel de azúcar en sangre por las nubes, al igual que los copos de avena o el salvado de avena. Así que efectivamente eliminar el trigo es una gran solución para muchos problemas, pero sólo con eliminar el trigo no consigues una dieta perfecta. Si quieres una salud perfecta vas a tener que seguir otros pasos, como reducir drásticamente el consumo de jarabe de maíz alto en fructosa, los aceites hidrogenados, y los alimentos que producen hiperglucemia extrema.

Carol Grieve: Me da mucha pena oírte decir eso sobre la quinoa [risas]. He tomado quinoa esta mañana para desayunar, pensando que estaba haciendo algo realmente bueno.

Dr. William Davis: Sabes una cosa Carol, existe una manera sencilla, la gente normalmente es muy escéptica con esto, pero existe un modo muy sencillo de comprobarlo. Yo soy un gran defensor de analizarse a uno mismo. En otras palabras, no te creas al pie de la letra lo que te diga el médico, sino demuéstratelo a ti mismo. Tanto tú como yo podemos hoy en día comprar un medidor de glucosa y unas tiras por muy poco dinero, y pinchándote en el dedo con una pequeña lanceta puedes analizarte los azúcares en sangre. Te debes analizar el azúcar en sangre antes de comer algo, y de nuevo una hora después, no dos horas después. El médico de cabecera te recomendará que lo hagas dos horas después, ya que lo que le preocupa es el uso de medicación. Nosotros estamos hablando de medir el valor máximo de azúcar en sangre como consecuencia de haber comido algo, y para eso hay que medirlo una hora después. Si haces esto lo que encontrarás es que si por ejemplo comes un bocadillo de pan integral con pechuga de pavo baja en grasa, tendrás un nivel de azúcar en sangre de 150 o 160, típicamente. Si te tomas un tazón de copos de avena, vas a tener un nivel de azúcar en sangre de 160, 170, 230, un nivel por las nubes, muy perjudicial. Así que puedes juzgar por ti mismo cuál es tu tolerancia a los carbohidratos, ya que existen variaciones.

Carol Grieve: Eso es increíble. Pero los cereales como la quinoa, el trigo sarraceno, de hecho el trigo sarraceno ni siquiera es una gramínea o cereal, es una planta herbácea, ¿no?

Dr. William Davis: Eso creo.
Carol Grieve: Entonces aunque estos alimentos probablemente te aumenten los niveles de azúcar en sangre, no son tan dañinos como el trigo. ¿Es esta una afirmación correcta?

Dr. William Davis: Bueno, en gran medida se reduce a la hiperglucemia, el potencial de estos alimentos para subir los niveles de azúcar en sangre, ya se trate de quinoa, trigo sarraceno, mijo o cualquiera de los que yo llamo cereales o plantas herbáceas distintas del trigo. Vivimos en una época en la que me temo que la mayoría de nosotros lleva 30 ó 40 años sometiéndose a una serie de meteduras de pata dietéticas. En otras palabras, primero hemos pasado por la comida precocinada, luego los cereales de desayuno, luego nos han dicho que reduzcamos el consumo de grasa y aumentemos el consumo de cereales integrales. 

Ese aluvión de carbohidrato tras carbohidrato tras carbohidrato agota el páncreas, o las células beta del páncreas. Las células beta pancreáticas que producen insulina son muy frágiles. No es inusual en absoluto llegar a los 40, 45, 50 ó 60 años con solo un 70 ó un 75% de células beta pancreáticas. Lo que eso significa es que puede que toleraras una manzana perfectamente cuando tenías 12 años, con un nivel de azúcar en sangre perfectamente normal, pero que si te comes la misma manzana con 60 años puede que se te suba el azúcar en sangre a un nivel en el rango diabético. Por eso no es suficiente hablar de comer alimentos en estado puro, sin procesar, o alimentos naturales, o frutas y verduras, debemos ser conscientes de la exposición a carbohidratos, no porque los carbohidratos sean malos intrínsecamente, sino porque esta situación es el resultado final de una serie de infortunios dietéticos, muchos de ellos promovidos por nuestro propio gobierno de los Estados Unidos. Debemos ser más listos que todo eso, debemos reconocer los grandes errores que hemos cometido, o en los que hemos caído víctimas por causa de consejos estúpidos. No debemos hacer lo que nos aconsejan hacer. Y no sólo eso, sino que debemos deshacer esos errores, lo que en parte consiste en no abusar de los carbohidratos, para poder eliminar la medicación para diabetes y prediabetes.

Carol Grieve es la presentadora del programa de radio de Food Integrity Now. Carol es instructora de wellness, educadora en temas de alimentación, activista y artista. Food Integrity Now presenta a los invitados más influyentes en el movimiento por un cambio positivo y por una mayor integridad en el suministro de alimentos a nivel global. Su objetivo es proporcionar información precisa y de actualidad sobre temas relacionados con la alimentación y la salud.
Extraído de:
http://blogdisidente.com/2013/04/21/barriga-triguera-entrevista-con-el-dr-william-davis-parte-1/

domingo, 28 de febrero de 2016

¿Qué le Pasa a Su Cuerpo Cuando Bebe Fluoruro?


Historiae  Breve

  • En 2012, más de dos-tercios de la población de los Estados Unidos recibió agua fluorada
  • No hay un sólo proceso metabólico en su cuerpo que requiera del fluoruro. Por el contrario, el fluoruro es un veneno que se acumula, el cual ha sido relacionado reducir el Coeficiente Intelectual y con una variedad de problemas de salud
  • Christopher Bryson, el autor del libro The Fluoride Deception, reveló el trasfondo político e industrial que causa que el agua fluorada sea un profiláctico dental.
Por el Dr. Mercola
Aquellos que se tomaron la molestia de profundizar en la ciencia detrás de la fluoración del agua inevitablemente verán que existe una falta de evidencia que defienda esta práctica usual, y mucha terrible evidencia compilada en su contra.
La fluoración del agua inicio en 1945. Actualmente, los Estados Unidos agregan fluoruro a más de dos-tercios de los suministros de agua municipal, que llegan a 211 millones de sus habitantes.
En 2012, más del 67 % de los habitantes de los Estados Unidos recibió agua fluorada,1 más del 66 % en 2010.2 De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), de esa población, más de 11 millones de personas recibieron fluoruro en el nivel o más del nivel considerado como "optimo".
Probablemente, su dentista --junto con numerosos funcionarios del gobierno y la salud pública-- han alabado y promovido el uso de fluoruro, localizado en el agua potable y la pasta de dientes, al denominarlo como una parte "necesaria" de su régimen oral de salud.
Pero aclaremos este punto: el fluoruro no es un nutriente esencial necesario para su salud-- dental u otra. No hay un sólo proceso metabólico en su cuerpo que requiera fluoruro. Por el contrario, el fluoruro es un veneno que se acumula.

Fluoruro --un Veneno Acumulativo

Aproximadamente el 98 % del fluoruro que consume en el agua es absorbido en su torrente sanguíneo a través de su tracto gastrointestinal. De allí, entra en los tejidos celulares de su cuerpo. En promedio, alrededor del 50 % del fluoruro que consume diariamente es excretado por medio de sus riñones.
El resto se acumula en sus huesos3 y dientes, glándula pineal4 y otros tejidos --que incluye a los vasos sanguíneos, donde puede contribuir a la calcificación. De acuerdo a un estudio del 2012 publicado en la revista Nuclear Medicine Communications:5
"La absorción del fluoruro en las paredes vasculares fue demostrado en 361 zonas de 54 (96 %) pacientes, mientras que la calcificación se observó en 317 zonas de 49 (88 %) pacientes.
Se observó en la mayoría de las paredes arteriales una importante correlación entre la absorción del fluoruro y la calcificación, con excepción de aquellas situadas en la aorta abdominal.
Se demostró una absorción de fluoruro en las arterias coronarias presentes en 28 (46 %) pacientes, y se observó una calcificación coronaria en 34 (56 %) pacientes".

Peligros Para Salud Relacionados con una Sobre Exposición al Fluoruro

Conforme ha aumentado el número de estudios acerca de los efectos tóxicos del fluoruro, actualmente hay un sustento para la larga lista de problemas de salud potenciales relacionados con la acumulación de fluoruro en su cuerpo.
Por ejemplo, de acuerdo a un informe científico de 500 páginas,6 el fluoruro es un disruptor endocrino que puede afectar a sus huesos, cerebro, glándula tiroidea, glándula pineal, e incluso a sus niveles de azúcar en la sangre.
Más de 100 estudios en animales han demostrado que la exposición al fluoruro puede causar daño cerebral, y también 42 estudios humanos7 han relacionado moderadamente a  la alta exposición de fluoruro con una menor inteligencia.
Lo más sorprendente en estos estudios son 30 investigaciones (de un total de 32) que han mostrado que el fluoruro disminuyó la habilidad de los animales para aprender y recordar. La siguiente lista contiene 20 de los peligros y enfermedades más comúnmente mencionadas, que se relacionan con la exposición al fluoruro:89
Menor Coeficiente IntelectualDaño cerebralFracturas oseas10
Alteración del sistema inmunológicoMayor tasa de tumores y cáncerHiperactividad y/o letargo
DemenciaCáncer de hueso(osteosarcoma)Inhibición de la formación de anticuerpos
Aceleración del proceso de envejecimientoMayor absorción de plomo11Trastornos musculares
Fluorosis dental (manchas y caries en los dientes)Daño genético y muerte celular12Menor producción de melatonina y temprana aparición de la pubertad13
Alteración de la síntesis del colágenoArtritisEnfermedad tiroidea y menor funcionamiento tiroideo
Inactivación de las 62 enzimas14Mayor infertilidad y daño a la producción de esperma

La Sórdida Historia de la Fluoración del Agua

El video anterior presenta una entrevista con Christopher Bryson, autor del libro:The Fluoride Deception. Tanto el libro como la entrevista fueron publicados en 2014, hace 10 años. Bryson es un periodista premiado y un ex productor de radio de la BBC.
El libro está basado en casi una década de valiosa investigación, y revela los sorprendentes detalles de cómo el fluoruro --un derivado tóxico de la industria del aluminio-- terminó siendo agregado al agua potable como un profiláctico dental.
La historia comúnmente repetida de la forma en que la fluoración de agua vino a establecer que la práctica fue propiciada por la investigación durante la década de 1930, la cual descubrió que las personas que tomaban agua que contiene más altos niveles de fluoruro natural,  tenían la tendencia a tener caries dentales menos severas.
Aparentemente, parecía como si fuera un éxito de la intervención gubernamental para el beneficio de las personas. Más de 60 años después, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), declararon que la fluoración del agua de la comunidad era uno de los 10 logros más grandes en la salud pública del siglo XX.
Sin embargo, la verdadera historia revela que fue poco más que una maniobra bien orquestada de relaciones públicas --un vivo ejemplo del arte difundido de las "verdades personalizadas", para vender una realidad inconvenientemente tóxica al público ignorante.
En este libro, Bryson describe los intereses profundamente entrelazados que existían en la década de los 40 y 50, entre la industria del aluminio y el programa de armas nucleares de los Estados Unidos, y la industria dental, que resultó en que el fluoruro no solo se declaró como seguro, sino benéfico para la salud humana.
Antes de 1945, cuando surtió efecto la fluoración del agua de la comunidad de los Estados Unidos, el fluoruro era realmente una toxina conocida. Una edición de 1936 del Journal of the American Dental Association declaró que el fluoruro en una concentración de una parte por millón (ppm), es tan tóxico como el arsénico y el plomo.
El Journal of the American Medical Association, en su edición del 18 de septiembre de 1943, declaró que los fluoruros son generalmente venenos protoplásmicos que cambian la permeabilidad de las membranas celulares por medio de ciertas enzimas.15 Y, un artículo publicado el 1 de octubre de 1994 en Journal of the American Dental Association, manifestó:
"El agua potable que contiene al menos una cantidad de 1.2 ppm de fluoruro causará trastornos de desarrollo. No podemos correr el riesgo de producir tales trastornos sistemáticos serios. Las potencialidades de daño superan a aquellos beneficios"

Se Solicitan Nuevos Métodos Científicos

Debido a las masivas cantidades de fluoruro requeridas para producir bombas enriquecidas con uranio y plutonio para armas nucleares, en 1946 el proyecto Manhattan realizó varios experimentos para determinar sus efectos tóxicos.
Ya existían muchos casos en el expediente del fluoruro de que era tóxico para los cultivos, ganado, y personas que viven en áreas expuestas a los contaminantes, por lo que la preocupación pública sobre las emisiones de fluoruro necesitaron ser reprimidas para evitar demandas potencialmente abrumadoras. 
La idea de la fluoración del agua fue de Gerald Cox, un investigador del Instituto Mellon en Pittsburg. Él recibió la sugerencia de investigar los efectos del fluoruro en los dientes de parte de Francis C. Frary, el entonces director del laboratorio de aluminio en Aluminum Company of America.
Frary estaba muy preocupado acerca de las crecientes demandas acerca de la contaminación de fluoruro que producía su planta. La eliminación del fluoruro --los desechos de productos tóxicos de plantas de aluminio-- se tornó rápidamente en un problema muy costoso. Gerald Cox también tuvo razones para encontrar una solución al problema de los desechos de fluoruro.
El Instituto Mellon ha sido el principal defensor de la industria del asbesto, al realizar una investigación que muestra que los asbestos son inofensivos, y que los problemas de salud de los trabajadores fueron ocasionados por otras causas, en un esfuerzo por salvar la industria del asbesto de una catástrofe financiera.
La industria del aluminio se dio cuenta rápidamente que podría generar demandas de magnitud similar a las de los asbestos.
La conexión de Cox con el Instituto Mellon --y su historia por ofrecer una protección a la industria "basándose en la ciencia"-- hace que su recomendación de volver a los materiales de desechos tóxicos en un "producto saludable" útil, sea algo que no puede tomarse como una mera coincidencia.

Fluoración del Agua --un Caso de Ingeniería Social Exitosa

Un hombre llamado Harold Hodge fue el último instrumento impulsor detrás de la fluoración que gano la aceptación pública, consolidó la percepción del fluoruro como un aditivo saludable y, lo más importante, de que era seguro para el agua potable.
En los archivos del Proyecto de Manhattan y la Comisión de Energía Atómica, los cuales ahora están desclasificados, Christopher Byron descubrió que el departamento de toxicología de la Universidad de Rochester, bajo la dirección de Harold Hodge, fue requerido producir información médica acerca del fluoruro, la cual podría ayudar a defender al gobierno de las demandas producidas por la contaminación del fluoruro.
En 1957, Harold Hodge era el científico más importante y respetado del país, por lo que todos le creyeron cuando declaró que el fluoruro era "absolutamente seguro" en 1 ppm.
Más tarde, fue revelado públicamente que Hodge dirigía experimentos de radiación en humanos--una mancha negra en la historia médica de los Estados Unidos que consistió en que los ciudadanos fueron inyectados con plutonio y uranio sin su conocimiento o autorización.
Por lo que, la aprobación del fluoruro como un profiláctico de salud dental, en realidad se originó a raíz de la necesidad de tratar crecientes problemas industriales y de debilitamiento político relacionados con la contaminación de fluoruro. Y como ellos comentan, el resto es historia.
En su artículo de 2012 "Poison is Treatment --Edward Bernays and the Campaign to Fluoridate America",16 James F. Tracy,  revela audazmente la campaña de relaciones públicas que creó esta falsa medida de salud pública:
"La amplia escala de aceptación en los Estados Unidos de compuestos de fluoruro en el agua potable y la amplia variedad de productos de consumo en la última mitad del siglo es un caso muy claro de la ingeniería social orquestada por el sobrino de Sigmund Freud y el 'padre de las relaciones publicas' Edward L. Bernays," escribe.
"El episodio es revelador, ya que sugiere la tremenda capacidad de los intereses del poder para remodelar el entorno social, para de esto modo impulsar a las personas a pensar y actuar de forma desprevenida en formas que frecuentemente son dañinas para ellos y sus seres queridos".

¿Qué es lo Contiene Realmente su Suministro de Agua?

También es importante entender que el "fluoruro" agregado en su agua potable NO es un mineral natural, y tampoco es un fluoruro de calidad farmacéutica. Existen tres compuestos básicos que puede ser utilizados para la fluoración del suministro de agua:17
  • Fluoruro de sodio (NaF, por sus siglas en inglés)
  • Silicofluoruro de sodio
  • Ácido hidrofluorosilicico
El primero de estos, el fluoruro de sodio, fue el primero de los materiales de deshecho del fluoruro en ser utilizado para la fluoración, pero ahora casi no se utiliza. Es el más conocido, ya que es el compuesto utilizado con grado farmacéutico en los estudios de toxicología y otras investigaciones con posibles peligros para la salud del fluoruro.
Los otros dos, el silicofluoruro de sodio y el ácido hidrofluorosilicico, son compuestos que en realidad se utilizan para la fluoración del agua; el ácido hidrofluorosilicico es el más comúnmente utilizado como aditivo, de acuerdo con CDC.18
El silicofluoruro de sodio y el ácido hidrofluorosilicico son productos de deshecho de los sistemas de depuración de humedad de las industrias fertilizadoras, están clasificados como desechos peligrosos.
La contaminación con varias impurezas como el arsénico, también es común en estos productos. El ácido hidrofluorosilicico es uno de los químicos más reactivos conocidos por el hombre, y su toxicidad es bien conocida en los círculos químicos.
Deteriorara las tuberías de plástico y metal, y corroe el acero inoxidable y otros materiales. Disuelve las llantas de goma y derrite el concreto.19 Esto es lo que se ha agregado a su agua --¡y todo en el nombre de salvar a los niños de las caries!
Pero incluso el fluoruro de sodio, que es el menos reactivo, es un veneno mortal, aún en pequeñas cantidades y en la forma utilizada para fluoración, también contienen impurezas adicionales. Otros usos comunes del fluoruro de sodio incluyen:
  • Venenos para ratas y cucarachas
  • Anestésicos
  • Medicamentos psiquiátricos e hipnóticos

La Forma de Proceder: Cambiar la Responsabilidad de Comprobación

A pesar de toda la evidencia, sacar al fluoruro de los suministros de agua de los Estados Unidos ha sido extremadamente difícil. Y realmente no es de sorprender, cuando le añade a la considerable responsabilidad que el gobierno de los Estados Unidos podría enfrentar, el que ellos de pronto admiten que la fluoración del agua fue solo una forma para esconder la contaminación tóxica, y que existen efectos dañinos para la salud al beber estos contaminantes.
Afortunadamente, existe una forma de resolverlo. De acuerdo con Jeff Green, el Director Nacional de Citizens for Safe Drinking Water, un tema repetido en algunos de los casos recientes donde las comunidades eliminaron exitosamente el fluoruro de sus suministros de agua, es el de cambiar la responsabilidad de comprobación.
En vez de que los ciudadanos tomen la responsabilidad de comprobar que el fluoruro es perjudicial y no debe añadirse, una estrategia más exitosa ha sido hacer que todos los que hacen reclamaciones, y los funcionarios elegidos que dependen de ellos, sean responsables de entregar pruebas de que el químico especifico utilizado para la fluoración cumpla con las demandas de salud y seguridad, y con todas las normas, leyes y evaluaciones de riesgo ya requeridas para tener un agua potable segura.
Por ejemplo, hace un par de años atrás, un pueblo de Tennessee detuvo la adición de un producto del fluoruro el ácido hidrofluorosilicico, que habían estado usando, aunque todavía mantienen esta resolución de fluorizar su completo suministro de agua (significa que no tomaron la decisión de si podría ser o no dañino).
Simplemente no han sido capaces de encontrar un producto que lo reemplace que cumpla con las actuales leyes, reglamentación y requerimientos de seguridad del agua, y no agregaran ningún producto de fluoruro que no las cumpla.